Descripción

Vela por el Equilibrio de todas las cosas como lo es Onmyoji. Mide 195 cm de alto, con una complexión delgada e inicialmente frágil visible en su rostro de marfil dejando ver un cuerpo forjado en el campo de las artes marciales tradicionales, siendo bien construido y pálido, con un rostro siempre tranquilo y analítico que parece mostrar un gran estoicismo digno de un aristócrata del antiguo Japón, lo que le da una apariencia frágil que puede romperse fácilmente. Es especialmente recordado por sus ojos, los cuales son de un color azul brillante que muchos han descrito como la mirada de un zorro. Lleva su largo cabello gris atado con una cinta azul claro para evitar que dicho peinado, que por sí solo cubre toda la espalda de Seimei, sea una molestia para él. Suele ir vestido, normalmente con un kimono masculino negro con bordados dorados y pantalones Hakama sueltos que le llegan hasta los tobillos, dejando ver un calzado puntiagudo con ribetes morados. También lleva una túnica Sokutai usada por los monjes del antiguo Japón que le llega hasta las rodillas y es de color azul claro y termina en mangas largas que llegan hasta las rodillas del Hanyo, teniendo en su zona delantera el bordado de unas alas de ángel, junto a ella lleva consigo una cadena de color azul turquesa que le cubre el pecho y lo cruza de izquierda a derecha en un recorrido vertical descendente. Sus manos están cubiertas por un par de guantes que dejan al descubierto sus dedos a excepción del dedo medio, que lo cubre en su totalidad. Junto a estos, lleva consigo un par de brazaletes de color marrón con bordes dorados que protegen todo su antebrazo. Estos a su vez están decorados con un par de rosarios de color turquesa enrollados en ellos. Como última baratija, llevo conmigo un sombrero alto que siempre llevo en la cabeza.

Seimei muestra una personalidad muy característica que está fuertemente influenciada por su estado de ánimo. Normalmente es un ser tranquilo y estoico cuya voz amable y profunda le permite calmar los corazones más perturbados. Nunca parece dejarse llevar por sus emociones y se mantiene tranquilo incluso en la situación más difícil, pero sin ser frío ni cruel, siempre muestra una sonrisa a todo aquel que se lo merece, poseyendo al mismo tiempo una amplia confianza en sus capacidades, Seimei no se acobarda ni se detiene ante nada, pocas cosas pueden hacerle perder la cabeza, lo que se denota en su frialdad, seriedad y mirada calculadora en situaciones de extremo peligro. Es orgulloso, pero no arrogante ni egoísta; asimismo, si bien es difícil de enfadar, su ira es terrible, siendo temido por numerosas figuras míticas.
Suele ser muy cordial y cortés con quienes realmente lo merecen, mostrándose bastante maduro y responsable, incluso cargando sobre sí las responsabilidades de los demás si es necesario. Es extremadamente franco a la hora de hablar y dar sus opiniones, no teniendo problemas en decir lo que piensa y aceptando las opiniones de los demás, no sin ciertos problemas de aceptación en ocasiones.