Descripción

Ginko, cuyo verdadero nombre es Yoki, es el personaje principal al que se le sigue en la resolución de casos que involucran a Mushi. Es un maestro de Mushi-shi. Aunque Ginko tiene una expresión neutral en su rostro, trata a las personas con respeto y amabilidad. Señala que los Mushi no son criaturas malvadas, sino que simplemente están tratando de sobrevivir como todos los seres vivos. Para reforzar su condición de "vagabundo", evita regresar a lugares que ya ha visitado. Ginko tiene cabello blanco y un ojo derecho verde oscuro sobrenatural. Ha tenido esta apariencia desde que era un niño después de ser afectado por un Mushi llamado Tokoyami. Antes del incidente; tenía cabello oscuro, ojos marrones y piel ligeramente bronceada. Ginko usa ropa más moderna en comparación con los aldeanos que visita. Lleva pantalones oscuros, una camisa abotonada y, ocasionalmente, una gabardina marrón.

Ginko es un hombre bastante tranquilo, pero puede volverse serio cuando surge la necesidad. También ha demostrado que se preocupa tanto por los humanos como por los Mushi y los animales, ya que enfatiza constantemente que todos necesitan sobrevivir y hace todo lo posible para garantizar que todos vivan en armonía. A pesar de no tener recuerdos de su vida antes de los 10 años, Ginko parece feliz con cómo resultó su vida. Es inteligente, especialmente en situaciones difíciles, confiando en su conocimiento para resolver eventos que de otro modo serían fatales. Claramente parece emocionado por encontrar nuevas especies de Mushi. Tienen un fuerte sentido del honor, a menudo asumiendo la responsabilidad de los errores en sus casos, ofreciendo hacer todo lo que esté a su alcance para ayudar a la persona afectada, sin importar el costo o el tiempo que lleve. Se muestra muy bromista, especialmente cuando está cerca de su amigo cercano, Adashino. Es amable con aquellos que conoce que desean escuchar sus historias o noticias de las áreas remotas que visitó. Expresó sentimientos conflictivos sobre no poder permanecer en un lugar por mucho tiempo cuando era niño. Aún así, Ginko intenta aprovechar al máximo cualquier situación, viviendo una vida sencilla y tranquila, mientras viaja a nuevas ciudades y áreas. Desde muy temprana edad, ha tenido la capacidad de ver a los Mushi. Cuando Ginko era un niño, fue encontrado por Nui, un Mushishi infectado por un grupo de Mushi llamados Ginko. Durante esta etapa, todavía se refería a sí mismo como Yoki. Mientras caminaba por las montañas con su madre, tomaron un extraño camino equivocado. Continuaron caminando hasta que ocurrió un deslizamiento de tierra que lastimó su pierna y mató a su madre. Nui lo encontró y lo llevó a su casa para tratar sus heridas. Durante muchos días Nui cuidó a Yoki mientras su pierna se recuperaba. Al notar su habilidad, Niu compartió su conocimiento con él y le mostró los diferentes tipos de Mushi que vivían en el área alrededor de su hogar en la montaña. Principalmente, le habló del Tokoyami, un Mushi que se transforma y hace desaparecer a los seres vivos que están expuestos a la luz emitida por el Ginko. Finalmente, Yoki se entera de que, debido a su investigación sobre el Ginko, Nui estuvo constantemente expuesta a su luz y cambió su apariencia. Más tarde, Nui se expuso voluntariamente a la luz del Ginko y se convirtió en un Tokoyami para evitar afectar a quienes por error tendían a acercarse a ella. Yoki la notó y corrió hacia ella solo para encontrar a Nui siendo una sombra de su antiguo yo. Antes de que Nui desapareciera por completo, Yoki agarró su mano y también fue consumida por el Tokoyami. Dentro del Tokoyami, el débil espíritu de Nui guió a Yoki y le dijo que para escapar de ella, tendría que sacrificar sus recuerdos de ella y uno de sus ojos. Yoki así lo hizo y se desmayó. Cuando despertó, lo único que recordaba era la palabra Ginko, por lo que eligió tomarla como su nombre. Después de vagar por el bosque durante unos días, llegó a un camino, donde fue descubierto por un hombre de mediana edad que lo acogió por un tiempo. Pero poco después, Ginko huyó porque si se quedaba en un lugar demasiado tiempo, atraería más Mushi y causaría problemas a las personas que vivían allí.